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jueves, 3 de agosto de 2017

AURORAS BOREALES

     Desde hace cierto tiempo se atribuyen las auroras polares: boreales y australes, al "viento solar". Aquí lo desmentimos matematicamente.
     Gracias a las investigaciones de la NASA (National Aeronautics and Space Administration), las cuales revelaron la existencia de auroras polares en el planeta enano Plutón, certificadas con fotografías tomadas por la zonda exploradora New Horizons, y difundidas ampliamente, podemos realizar un desarrollo matemático que demuestra lo equivocado de tal atribución.
     Llamamos auroras polares a ciertos fenómenos luminosos, variados y de colores diversos: rojos, verdes, azules, violetas, que suelen aparecer en las proximidades de los polos geográficos planetarios y sobre los mismos cuando amanece allí.
     Eugene Parker, en el año 1958, observó los cometas y sus colas cuando se aproximan al Sol. Y constató que las colas se alínean detrás del núcleo, en dirección opuesta al Sol en tales ocasiones, lo cual le llevó a pensar sobre la existencia de un poderoso viento solar, que ocasionaba tal fenómeno. Compuesto por nanos partículas físicas (Fragmentos de átomos), impulsadas por la fusión solar hacia el exterior del sistema planetario. Según la mayoría de los especialistas, estas partículas, cargadas electricamente, al colisionar en los polos con las capas atmosféricas exteriores, que rodean al planeta, producen las auroras polares.
     Aquí aparece un absurdo, la falta de neutrones libres (radiactividad). El cual se intenta explicar sosteniendo que dichas partículas son fragmentos atómicos de los gases hidrógeno y helio.
     Otro absurdo, estas partículas atómicas de hidrógeno y helio, por su propia naturaleza deben estar formadas por protones (positivas) y electrones (negativas) separadas. Y es imposible hayan recorrido la enorme distancia del Sol a la Tierra sin haberse complementado, con algún electrón los protones y viceversa.

                                                                      TIERRA

    Vayamos a nuestro razonamiento matemático. Sabemos que la Tierra describe una órbita ligeramente elíptica por año, alrededor del Sol, mientras gira sobre sí misma. Si a esta órbita eliptica le promediamos los valores de sus radios, podemos determinar una órbita circular imaginaria. Y en base a ella calcular una esfera, también imaginaria, sobre la que se desplazaría nuestro planeta en forma virtual.
     Entonces el radio de la esfera imaginaria, cuya superficie recorrería la Tierra, sería la distancia Sol-Tierra: 149597870700 metros. la cual es aproximadamente igual a 149600000 Kilómetros. Esta es la distancia más aceptada cientificamente.
     ATENCIÖN: Para superar las limitaciones del editor que usamos, definimos matematicamente a: 10 a la quinta potencia como 10V; 10 a la sexta potencia como 10VI; 10 a la veiticinco potencia como 10XXV, etc.
     Luego 10V = 100000, 10VI = 1000000; 10XXV = 1.....(25 ceros).....; y así sucesivamente.
     Otra: Estos cálculos, por varios motivos, tienen una pequeña diferencia con las medidas exactas.
          Si llamamos Et a la superficie de la esfera imaginaria que recorre la Tierra en su periplo anual. Tenemos que:
          Et = 4 X 3,1416 X r² = 4 X 3,1416 X (149600000 Km.)² = 4 X 3,1416 X (1496 X 10V)² Km². =
              = 12,5664 X (1496 X 10V)² Km². = (12,5664 X 2238016 X 10XXV) Km².= ; lo cual es aproximadamente = (28123804 X 10XXV) Km².
          Luego Et = (28123804 X 10XXV) Km²

     Continua en la entrada siguiente: AURORAS BOREALES 2
Profesor Ernesto Fidel Atencio

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