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miércoles, 4 de noviembre de 2009

EL NIVEL DE LOS MARES

Capítulo I

UN PROBLEMA EN PROGRESO

Siguiendo una vieja costumbre literaria, llamamos Mares al conjunto de todas las grandes masas de aguas salobres intercomunicadas entre sí, independientemente de sus respectivas profundidades, pero con un nivel superficial bastante similar. Así, acorde con esta definición denominamos Mares a los océanos Pacífico, Atlántico, Indico,..., y los mares Mediterráneo, Caribe, Adriático, Cantábrico, Báltico, etc.
No incluímos en la definición al Mar Muerto, por ser sólo un gran lago salobre. Probablemente hace 2000 años tuvo mayor altura y menor contenido salino, pero hoy está a más de 400 metros por debajo del nivel de nuestros mares y, por lo tanto, no califica para los siguientes cálculos.
Buena parte de la población sabe que nuestro planeta está sufriendo un sobrecalentamiento en su atmósfera, superficie, y aguas marinas, a más de las continentales superficiales, con la consiguiente disminución de los hielos y nieves eternas que cubren parte de su corteza. Dejando para otra oportunidad los orígenes del sobrecalentamiento global, queremos opinar sobre una confusión evaluativa que circula por todo el mundo y a todo nivel cultural. Nos referimos al nivel que alcanzarán los Mares, al licuarse totalmente los hielos y nieves eternas.
Existen quienes dicen que la suba de los Mares cubrirá grandes extensiones en los continentes e infinidad de islas. Mientras otros creen será mucho menor.
Para opinar racionalmente debemos tener en cuenta un pequeño detalle científico. El agua destilada (Sin ninguna sustancia combinada o en suspensión) se congela a los 0 grados centígrados (32 grados Fahrenheit), aumentado un 10% su volumen. Otro detalle: Los hielos y nieves eternas, en su mayoría, son producto de aguas pluviales, que se congelaron, y por lo tanto son de agua destilada casi pura. Disminuyendo en forma casi equivalente su peso específico al congelarse, por eso flotan en su forma de hielo, y sobresalen de la superficie del agua un 10%, aproximado, de su volumen.
Además nuestro planeta posee un sistema compensador de las masas de aguas congeladas, entre sus extremos boreal y austral. Por el cual cuando es pleno verano en el hemisferio norte, y se derriten parcialmente los hielos y nieves que lo cubren, en el sur se acumulan más hielos y nieves.
Otro tanto, y a la inversa, sucede cuando es verano en el hemisferio austral.
Para nuestros cálculos llamamos hielos y nieves eternas, al remanente de aguas congeladas que permanecen inalterables durante las variaciones climáticas estacionales.
Ernesto Fidel Atencio